Nadie nace sabiendo. Para tener esa confianza, seguridad, saber poner límites, hablar con asertividad, saber gestionar tu relación de pareja… necesitas aprender (y desaprender) una gestión emocional eficiente, y eso no te hace menos valioso/a.
El secreto de la gente a la que ‘todo le va bien’ es, simple y llanamente, que tienen la sensatez y humildad de buscar soluciones antes de que la patata se ponga demasiado caliente y haya que meterla debajo de la alfombra para que nadie se queme con ella.
“Acudí a Armonía con un bloqueo emocional bastante intenso, en la primera sesión me sentí más liberada, comprendida y sobre todo quiada.
Gracias Armonía por tu excelente trabajo, tu dulzura, comprensión, profesionalidad y empatía hacen que podamos confiar en ti para expresar nuestro sentir y tener una visión desde fuera para aclarar nuestro camino.
Valoro las personas que más allá de su trabajo te hacen sentir como en familia, poniendo su corazón y su talento al servicio de los demás con la intención de ayudar y eso es justo lo que haces. Gracias”